miércoles, 24 de julio de 2013

¿Es rentable invertir en herramientas sociales?


Esta es una de esas preguntas lícitas en un mundo en el que hablamos constantemente de redes sociales y entornos sociales pero en la que es difícil medir su impacto económico. Por eso nos ha interesado tanto el informe que McKinsey Global Institute(MGI) ha publicado con el titulo de The social economy: Unlocking value and productivity through social technologies.
En el espacio de este post solo podemos presentar algunas cifras pero suficientemente significativas como para concluir que lo social no solo es rentable sino que su adopción como modo de organización dentro de las empresas social enterprise va a ser un gran paso evolutivo para las compañías del siglo XXI. Ya en un post anterior esbozamos algunas líneas de esta nueva tendencia.
En primer lugar las grandes cifras. Hay en el mundo, según el informe, más de 1.500 millones de personas involucradas en redes sociales, esto supone que más del 80% de los usuarios online usan también redes. Literalmente las redes han cambiado la vida de millones de personas que confían en ellas desde para organizar una boda hasta compras, consejos, educación, etc, al tiempo que participan con contenidos como blogs, videos, etc, creando el denominado cognitive surplus (excedente cognitivo) que ha dado lugar a fenómenos colectivos tan útiles e impasables por su método social como la Wikipedia. De hecho, para mostrar la capacidad latente de hacer cosas que tenemos en grupo, el autor de este concepto (Clay Shirky) estima que la Wikipedia se realizó en un tiempo equivalente el 1% del tiempo que los estadounidenses dedican cada año a ver televisión.
Por otra parte, de las empresas que usan tecnologías sociales, el 90% consideran que les aportan beneficios.  Los trabajadores del conocimiento (cada vez mas empleos pueden considerarse así) dedican 28 horas a la semana en gestionar mails, buscar información y compartirla con otros.
Partiendo de estos datos, el informe consigue estimar el potencial económico de las herramientas sociales aplicadas a la empresa en más de 900.000 millones de dólares anuales, solo en cuatro sectores estudiados que supone el 20% de la ventas industriales. Casi dos tercios de esta cifra se basan en una mejora en la colaboración y comunicación entre empresas. La mejora de productividad en los trabajadores se estima en el 20-25%.
Para los investigadores del informe, la empresas están lejos de haber capturado el gran potencial que las tecnologías sociales poseen, pero para aprovecharlas (en especial en el potencial que tiene en la creatividad y en la creación de valor subsiguiente)  las empresas han de realizar cambios  en su estructura organizativa, sus procesos, sus practicas y su cultura para hacerla más compatible con conceptos como “compartir” o “apertura” que son las bases de los entornos sociales.
La definición de 'tecnologías sociales' es tan amplia que abarca cualquier producto o servicios que permita la conexión y la interacción digital. En el informe se incluye un gráfico en el que se representan muchas de ellas, desde los wikis hasta las redes sociales pasando por espacios físicos de coworking
En suma, todo un universo en rápido crecimiento, todavía incipiente en resultados pero con una gran capacidad de producir impacto económico y al que le iremos haciendo un seguimiento continuo ya que va a ser la fuerza que configure la economía de estas próximas décadas. 
Más del 80% de los usuarios online usan también redes. Un mundo incipiente en resultados pero con gran capacidad de producir impacto económico.

Nota: Este post fue publicado previamente en la web de Neo Labels con los que colaboro como Asesor Estrategico y con un post semanal sobre temas relativos a comunicación y cambios. Fue escrito en colaboración con Alejandro de la Sota

jueves, 18 de julio de 2013

¿Qué tiene que enseñarnos la Bauhaus en una crisis como la actual?


“Creemos todos juntos la nueva estructura del futuro, en que todo constituirá un solo conjunto”. Este es  uno  de los párrafos del Manifiesto Bauhaus de 1919 firmado por su creador Walter Gropius y en el que abogaba por la unión de diferentes artes y artesanías, contra la separación de saberes imperantes.
El mundo en el que surgió este manifiesto no era fácil. Era un mundo de crisis, la de una Alemania derrotada, endeudada y empobrecida tras la I Guerra Mundial y aún se pondría peor tras la crisis del 29. Fue uno más de los movimientos de vanguardia de principios del s XX que no veía soluciones en los modelos clásicos a las necesidades de esa nueva sociedad en crisis. Aunque se centró sobre todo en la arquitectura, sus críticas son suficientemente abiertas como para que pudieran aplicarse a otros campos e incluso ser una buena lección para nuestra crisis de hoy.
La primera gran crítica era la que se refería a la separación de saberes. Por una parte existía la ingeniería, por otra la arquitectura, el diseño, la decoración, la artesanía… pero en la Bauhaus vieron que las soluciones necesarias requerían de la unión de todos los saberes y no de su separación. 
A esto ahora lo llamamos interdisciplinariedad y cualquier empresa de nuevo cuño debe tener en la diversidad de saberes una de sus fortalezas. Ahora, en nuestro sector, no es raro ver juntos trabajando en comunicación a matemáticos, publicistas, ingenieros, periodistas, sociólogos, filólogos e incluso filósofos y sacando de esta variedad la riqueza de puntos de vista para una mayor creatividad e innovación. Esto lo vieron en la Bauhaus hace casi 100 años y abogaban por talleres en los que todos trabajaran como lo han hecho durante siglos los artesanos.
Otra crítica importante fue contra la falta de aprovechamiento de la tecnología existente para hacer mejor la vida de las personas. Mucha tecnología que los ingenieros estaban usando en obras publicas no había llegado a la arquitectura, que se consideraba una categoría superior, lo que daba lugar a que las casas fueran costosas. Tecnologías como el hormigón armado, que después emplearían profusamente arquitectos como Le Corbusier, permitieron nuevos diseños funcionales en las viviendas y un abaratamiento de los precios.
Por la Bauhaus pasaron arquitectos, pero también pintores como Paul Klee y Kandinsky. Precisamente de Paul Klee hay ahora mismo una magnífica muestra en Madrid, en la Fundación Juan March que ha sido la inspiración de este post.
La razón de haber traído aquí la historia de la Bauhaus es porque tiene algunasanalogías con el momento actual
Primero, como en toda crisis, hay que replantearse los modelos de la sociedad para regenerarla. Segundo, esta regeneración surge de pequeñas iniciativas, que llevan en “su hacer” la nueva cultura. Con el tiempo, estas iniciativas proliferan y acaban cambiando el modo de pensar general. 
La Bauhaus se centró en pensar en el ser humano, en la función que una casa debería tener para él y en qué tecnologías podrían ayudar a extender las ventajas a un número cada vez mayor de personas. 
Para hacer eso hay que abandonar los modelos anteriores, incluso el educativo. No creían en una enseñanza de las Artes con mayúsculas y otra de la artesanía con minúsculas. Lo que se enseñaba (como lo que hoy se enseña) era óptimo para un tiempo pasado pero no para un mundo nuevo que hay que construir con otras ideas. Por eso la Bauhaus se constituyó como un nuevo centro de formación, un centro en el que se aprendía por la acción, “haciendo” (learning by doing), como se había hecho siempre en el mundo de la artesanía. Es un mundo en el que las fronteras no están claras, en las que unos saberes permean a otros.
El resultado eran objetos, pinturas y edificios increíblemente modernos incluso para hoy en día (véase todavía en Barcelona el pabellón alemán de 1929 (Barcelona) de Mies van der Rohe en Monjuic) y cuyos valores básicos son tan permanentes que han hecho en pleno siglo XXI que hayamos asistido a éxitos extraordinarios como el del iPhone: sencillez, utilidad, diseño/estética y tecnología. En suma, edificios y objetos bien pensados desde el punto de vista de la función que debían cumplir y, por tanto, relevantes (útiles). La relevancia es un valor actual en alza y lo comentamos en un post anterior a propósito de los contenidos en comunicación
Por supuesto que un reto así tuvo su reacción en contra y la escuela fue cerrada por los nazis en 1933. La mayor parte de sus integrantes, entre ellos Gropius y Mies van der Rohe, huyeron al lugar más abierto y que podía acoger sus ideas: Estados Unidos. El resultado fue el opuesto al buscado por sus oponentes. En vez de desaparecer, sus ideas fueron la base del desarrollo de la arquitectura estadounidense a partir de los 40, sobre todo en Chicago, con, por ejemplo, los rascacielos de vidrio y metal e influyendo en la formación de los nuevos arquitectos en el país que se estaba convirtiendo en el más poderoso y de allí su influencia llegaría a todo el mundo.
Como en estos post siempre hablamos de comunicación, en Neo creemos en esos valores de la Bauhaus (sencillez, utilidad, diseño/estética y tecnología), aplicados a la comunicación y lo creemos porque vemos cada día su efecto. Existe una gran oportunidad/demanda social de rediseñar los modelos y podemos hacerlo a base de los componentes que ya existen (esto no requiere grandes inversiones y es lo que la evolución lleva haciendo millones de años). 
La moraleja para nuestro tiempo de esta historia de la Bauhaus es que estamos en una etapa de alumbrar un nuevo modo de hacer las cosas, y que como no sabemos cómo va a ser, el  “hacer” y el “probar” pasan a ser incluso más importantes que el análisis exhaustivo. Tenemos que hacernos más artesanos, bajar de nuestros pedestales. 
Como decía el manifiesto en 1919: “La base de un buen trabajo de artesano es indispensable para todo artista. Allí se encuentra la fuente primera de la imaginación creadora”.
Nota. Este post fue publicado previamente en el blog de Neo Labels con lo que colaboro como Asesor Estrategico y con un post semanal en su blog. Esta entrada en concreto fue escrita en colaboración con el Alejandro de la Sota

miércoles, 10 de julio de 2013

El extraño caso del doctor Jekyll y Mr Hyde en la comunicación en un mundo digital


No existe una vida digital y otra analógica, ni una vida conectada y otra desconectada. Existe solo una vida en la que a veces estamos en entornos digitales y actuamos conectados y otras veces estamos en entornos más tradicionales y actuamos y nos comunicamos de modo más tradicional.  Esto parece una obviedad pero, por desgracia, no lo es. Y de considerar que los dos mundos son disjuntos vienen muchos errores de comunicación de las empresas en el momento actual.
Es una experiencia habitual y muy satisfactoria estar, por ejemplo, en una comida o en un acto social con una persona a la que solo has seguido en redes sociales, verla por primera vez en persona (lo que se llama “desvirtualizarla”) y empezar la conversación en un punto que solo tendrían los amigos que saben cosas de ti e incluso tienen una imagen de cómo eres. Algunos te reconocen por algo tan obvio como que la foto de tu avatar en Twitter, Tuenti o en Facebook se te parezca y no sea una de tu primera comunión o un objeto. 
Esto es un ejemplo magnífico de cómo el mundo on y off son un continuo. Te expresas y relacionas en uno y en otro pero la vida es un continuo que tiene cada vez más momentos conectados y desconectados. Esto nos obliga a ser nosotros mismos en ambos momentos y a no crearnos un personaje imaginario en los mundos on que nada tenga que ver con lo que somos en los momentos off.
¿Qué implicaciones tiene esto para las empresas? Creo que las mismas que para las personas: la coherencia. Lo que las empresas y las marcas son en las redes debe corresponderse con lo que son en las tiendas, en la atención al cliente o en la calidad de sus productos. El mundo digital y el mundo físico son un continuo y los clientes interaccionan en ambos con la marca y con la empresa real. Simular lo que no eres, ser muy divertido en las redes y muy ineficiente en tus ventas, o ser muy abierto en el mundo digital pero muy rígido en el trato habitual no dura mucho. Esas contradicciones no engañan y no dicen nada bueno de las empresas; y menos en un mundo en el que los usuarios se comunican entre sí y comentan todas sus experiencias. 
Este mundo es más transparente y, en un mundo más transparente, si no quieres que se sepa algo malo de ti, no lo hagas y sé lo más coherente que puedas. No simules, no pretendas ser otro.
Por eso nunca hemos comprendido cuando una empresa contrata, por ejemplo, a un community manager externo (que va a ser su comunicación en el mundo digital de las redes) y no le da unas directrices o pone a alguien de su organización a colaborar con él. Y esto se agrava si hay un responsable de la web, otro de las redes sociales y otro de las relaciones con los medios tradicionales y no hay una coordinación entre ellos. Entonces, se multiplican las identidades y uno ya no sabe a qué atenerse pues, como se suele decir en publicidad: “Si tienes una imagen, tienes una imagen. Si tienes dos, tienes media imagen. Y, si tienes tres, no tienes ninguna imagen”. 
Al hacer esto, a veces encuentras empresas con las que te irías de cañas con sus personalidad en la red pero con las que no saldrías ni a la calle con su personalidad en el mundo físico. Esquizofrenias digitales que no tienen ningún sentido pues solo existe un mundo, un nosotros, una vida y un cliente. 
Seamos coherentes también en lo digital, nos irá mejor o tendemos que decir como en la novela de R. L. Stevenson, El extraño caso del Dr Jekyll y Mr Hyde “You must suffer me to go my own dark way.”

Nota. Este post fue publicado previamente en el blog de Neo Labels con lo que colaboro como Asesor Estrategico y con un post semanal en su blog. Esta entrada en concreto fue escrita en colaboración con Alejandro de la Sota

jueves, 4 de julio de 2013

El branded content. ¿más informacion para un mundo saturado o aporte de valor?


¿El contenido es el rey de Internet o no? Esta puede ser una de las preguntas mas repetidas en los últimos años. De la respuesta que en cada momento se ha dado, a veces positiva y a veces negativa, hemos visto en los últimos años multitud de inversiones y desinversiones en medios y productoras. Lo cierto es que hoy elmarketing de contenidos, el intentar “vender” a través de llamar la atención con un contenido relevante está lejos de haber alcanzado su máximo esplendor. 
En el mundo, según las últimas estimaciones, se producirán 4 zetabytes (10 elevado a 21, bytes) en 2013. Es decir: unos 4000 millones de discos duros de 1 Terabytes, casi uno por cada adulto de la Tierra, que se llenarían cada año con esa información. En Youtube se suben 100 horas de video ¡¡cada minuto!! 
Vivimos en una avalancha de datos, inundados de datos, pero para los seres humanos hay dos conceptos intelectuales superiores al de datos y son: la información y el conocimiento. Es importante aquí volver a repasar de nuevo estos tres conceptos para entender por qué un buen contenido tiene atractivo precisamente ahora. 
Los datos son la unidad básica, los átomos de este nuevo mundo, pero han de ser relacionados para convertirse en algo intelectualmente de mayor nivel, en información. Así, en ese símil atómico, la información se parecería más a las moléculas. Por fin el estadio superior es el conocimiento, éste sirve para comprender algo, utiliza la información como escalones en esa escalera de la explicación de un fenómeno. El conocimiento y no la información es lo esencial para la acción (que sería el equivalente, en nuestra analogía química, a la reacción química entre moléculas).
Volviendo al contenido, podemos preguntarnos si es información o conocimiento. La respuesta más rápida es que depende de si es relevante o no para el usuario. Si es relevante para el usuario seguramente le permitirá entender mejor algún fenómeno o predecir el futuro en algún tema a partir de su mejora en su  comprensión. Sin embargo, si no es relevante para el usuario, si no trata de algo que le concierna, para él solo será información, datos conectados. Por tanto el valor del contenido como información o conocimiento depende de la relevancia para el usuario y eso depende del conocimiento que tengamos previo de ese usuario antes de elaborar el contenido. 
El marketing de contenidos se basa en hacer un “regalo” al usuario en un mundo saturado de datos y de información. Para eso, el contenido ha de generar conocimiento no ser mera información. Como señaló Richard Saul Wurman en su libro “La ansiedad informativa” vivimos en una brecha cada vez mayor entre lo que entendemos y lo que pensamos que deberíamos entender y esto nos lleva a la ansiedad y a un consumo compulsivo de información, una especie “bulimia informativa”, una nueva patología. Si nuestro contenido ayuda a este entendimiento, si es relevante, será un valor añadido para el usuario y ese valor se lo habrá dado una marca que se asociará a algo positivo. El marketing de contenidos, como todas las otras variedades de marketing, es más eficaz cuanta mayor información tenemos del target, de los usuarios a los que nos dirigimos. 
Volviendo al origen de este post, en el marketing de contenidos nos movemos en el mundo del “regalo intelectual” asociado a una marca. Ya no son emociones o sorpresas lo que es el valor de ese marketing como el que se emplea a menudo en la publicidad tradicional, aquí se trata de “entendimiento”, de conocimiento. En un mundo con una información cada vez más abundante y barata, la atención cada vez es más cara y el valor para el usuario debe ser alto para que nos preste esa atención que tanto ansiamos. Tenemos que cuidar ese “regalo”, asegurarnos de que el contenido es conocimiento, que es relevante para el usuario, o no seremos más que más “ruido” en un mundo de infoxicación. 
Sin conocimiento y en medio de un mar de datos, podemos sentirnos en Internet como el marinero de la “Balada del viejo marinero” del poeta Coleridge que en medio del mar y como náufrago a la deriva se lamentaba “Agua, agua por todas partes y ni una sola gota que se pueda beber”.

Nota. Este post fue publicado previamente en el blog de Neo Labels con lo que colaboro como Asesor Estrategico y con un post semanal en su blog. 

domingo, 30 de junio de 2013

Siete ingredientes que no han de faltar en una estrategia digital


Hacer Estrategia es sobre todo hacerse las preguntas  adecuadas para el problema a resolver. En el caso de la estrategia digital de las empresas, que es un paso imprescindible para su futuro, todo pasa por tener presencia en la Red, ser relevantes, ser eficientes y tener capacidad de mejorar.  Saber cómo es nuestra estrategia digital  no es en principio complejo si lo traducimos a sencillas preguntas lógicas y de fácil respuesta. 
El check list básico que toda empresa debería hacerse sobre su estrategia digital seria más o menos el siguiente:
1. ¿Consigo que mis clientes me encuentren en Internet?
2. ¿Responde mi web a las necesidades de mis clientes?
3. ¿Habla mi web un lenguaje sencillo que entienden mis clientes?
4. ¿Pueden mis clientes visitar mi página a través de móvil o tablets?
5. ¿Soy capaz de vender por Internet?
6. ¿Me comunico con mis clientes en redes sociales?
7. ¿Mido mis resultados de mi actividad digital?
Tras estas simples preguntas los más expertos en estrategia digital podrán descubrir siete ingredientes que, en opinión de Neo Labels, toda empresa debería incluir en su estrategia digital.
En el mismo orden de las preguntas estos ingredientes básicos serian:
1. Posicionamiento (SEO)
2. Contenidos
3. Usabilidad/Audiovisual
4. Accesibilidad para dispositivos móviles
5. Comercio electrónico
6. Redes Sociales
7. Medir/Analítica web
Respondiendo a esas siete simples preguntas, una empresa puede darse una primera idea de su situación en el nuevo universo digital. Esa lista es también un modo de saber qué camino ha de emprender para mejorar su posicionamiento digital
De los siete elementos hay tres que se centran en tener presencia frente a su audiencia, sus clientes, allí donde esté y con el dispositivo que emplee (en web, redes sociales y móvil) y son ingredientes esenciales (el 1, 4 y 6). Otros tres de ellos están relacionados con una mayor eficiencia en la comunicación y en el negocio (2, 3 y 5); y por fin el último de ellos  (el 7), el de la medición y la analítica web, está relacionado directamente con la capacidad de mejorar en el futuro, ya que como dijo Peter Drucker “Todo lo que se puede medir se puede mejorar”, y esta frase también se puede formular en negativo, no puede haber mejora en lo que no se mide.
De los siete ingredientes hay algunos que suelen estar en cualquier plan de mejora de una empresa en el mundo digital . Pero hay otros, muy importantes, que eran esenciales también en el mundo de la comunicación más clásica, pero que en las recetas digitales muchas veces son ignorados y cuya ausencia, en nuestra opinión, hace ineficientes muchas de estas estrategias. 
Entre estos más olvidados cabe destacar sobre todo la usabilidad (3), entendida como hacer todo fácil para el cliente, para el visitante, y en ese apartado también podríamos incluir el mayor uso de contenidos audiovisuales que son mas afectivos para la transmisión de ideas y mensajes  por ser más fáciles de asimilar. También se suele olvidar incluir la medición (7) y el análisis de los datos (analítica) que nos permite saber en todo momento qué está ocurriendo, qué interesa a nuestros visitantes, cuál es el “mapa de calor” de nuestra web tras sus visitas. Esto permite optimizar los contenidos para aumentar las visitas y así hacer más eficaces las ventas.  
Nunca hay que olvidarse de medir, esto deberíamos repetirnos cada noche antes de dormir. ¡Hasta el próximo post!

Nota: Este post fue publicado previamente en la web de Neo Labels donde colaboro como Asesor Estratégico y con un post semanal sobre comunicación y cambios. Este fue escrito en colaboración con Alejandro de la Sota

miércoles, 26 de junio de 2013

¿Quién se ha llevado mi modelo de negocio?


La mayor parte de nuestra economía tarde o temprano se verá afectada por Internet, las Redes Sociales y la extensión de la nueva cultura digital. Muchos sectores ya lo están notando y sufren la crisis que deriva de la desaparición de un modelo de negocio y de no encontrar todavía una alternativa. Todos podemos pensar en las discográficas, el cine, la prensa, etc pero la lista es mucho más grande, no hay ninguna actividad que no tenga su “bala de plata” digital, como diría nuestro amigo @estratega
Por otra parte, no hay duda de que nuestro mundo será cada vez más digital, más social y más abierto. Esto es un tremendo e histórico vuelco en el esquema de quién tiene el poder y la influencia en la sociedad. Creemos que nadie que no entienda el mundo de las Redes Sociales y las comunidades podrá gestionar satisfactoriamente ninguna empresa en poco tiempo.
Todo esto es la muerte de un modelo económico y social y el surgimiento de otro. Todo parece muy rápido pero si lo miramos bien no lo es en absoluto, lo cual nos da esperanza de podernos adaptar. Como decía muy gráficamente Genis Roca (@rocasalvatella) en una conferencia, el PC se extendió en los años 80 y hoy, tres décadas más tarde, aún estamos hablando de cosas como el  PC en el aula sin haberlo resuelto pero sabiendo que es inevitable.
En cualquier cambio siempre hay una pérdida, un mundo que desaparece. Y en toda pérdida, como en una muerte, el diagnóstico de una enfermedad grave, una separación o un despido, por poner ejemplos extendidos en la sociedad, entra en marcha un mecanismo de duelo. 
Los psicólogos han definido este duelo en cinco etapas consecutivas pero de diferente duración e intensidad según las personas. Es lo que se denomina el modelo de Kübler-Ross, psiquiatra suizo-estadounidense que lo describió en 1969 y que resulta muy útil para analizar estos momentos traumáticos y que a continuación vamos a describir aplicados al cambio al modelo digital.
1. La primera etapa es la negación
No queremos aceptar que está pasando, no nos gusta el cambio. Es un efecto reflejo de protección, nos escondemos, es una reacción primitiva, como lo hacíamos de niños. 
2. Pasada esta etapa se entra en la de agresividad
Es una reacción de rabia, de búsqueda de culpables. Una etapa en la que perdemos el control, reaccionamos mal al cambio y es muy mala para tomar decisiones. 
3. A continuación, se pasa a la negociación
Queremos pactar con ese mal momento. Esta es una etapa interesante pues en el tema de las crisis por irrupción de la cultura digital muchas empresas están aquí. Aquí se quiere mantener el modelo de negocio pero incorporando también uno digital (sin creer mucho en él) y así se cree que “se negocia” con el cambio. En esta etapa se toman decisiones de acuerdo con la nueva situación, pero sin creerla totalmente y no suelen funcionar bien. Un paso que crea confusión en las organizaciones, da lugar a soluciones precipitadas y pospone los cambios inevitables. Pero, al menos, es una etapa en la que se hace algo, se dan pasos, hay aprendizaje. Es una fase imprescindible para salir adelante.
4. La cuarta etapa es la depresión.
En este momento vemos que todo lo que hemos hecho en la negociación no ha servido de nada, que nuestra vida ha de cambiar radicalmente, que ya hemos perdido lo que era el modelo de negocio de nuestro sector y entramos en una auténtica tristeza por la pérdida ya aceptada. 
Es la etapa en la que hemos visto que los resultados de las alternativas digitales que hemos probado no compensan las pérdidas en nuestro modelo tradicional de publicación, de publicidad, etc.  No podemos mantener nuestro modelo de negocio tradicional y no hemos pensado todavía seriamente en un cambio radical. El mundo que conocimos no va a volver y hay que hacer algo. Si se supera esta fase, que es la más dura, podemos pasar a la ultima etapa.
5. Aceptación
“Ya no tiene solución y tengo que prepárame para esta nueva etapa”. Los que dan este salto serán los protagonistas de la economía del mañana.
En Neo, cuando tratamos con empresas (en especial en el tema de comunicación) encontramos a muchas de ellas en las tres primeras etapas pero creemos que solo es posible ayudar eficientemente a las que ya están en la etapa de negociación, en medio de la confusión y la precipitación, y a las que están saliendo de la cuarta etapa, las que encaran la aceptación. 
Los que niegan el nuevo mundo que llega, los que se enfrentan con rabia a él, despreciándolo y considerándolo peor, o los que están tristes añorando el tiempo perdido han de dar ese paso por sí mismos. Es muy difícil ayudarles desde fuera y deben entrar por ellos mismos en etapas en que terceros pueden ayudarles a encontrar su nuevo modelo de negocio, su nueva forma de hacer las cosas, entre ellas la comunicación. 
El duelo hay que superarlo y no hay atajos, pero sí mucha ayuda para cuando una organización está preparada para aceptar que ha de preparase para un nuevo mundo. En Neo, allí estaremos para ayudarles, por la reflexión y la acción, de nuevo al éxito.

Nota. Este post fue publicado previamente en el blog de Neo Labels con lo que colaboro como Asesor Estrategico y con un post semanal en su blog. Esta entrada en concreto fue escrita en colaboración con el CEo de Neo Labels Hugo Albornoz

viernes, 21 de junio de 2013

¿Cómo es el nuevo ecosistema de empresas surgidas durante la crisis?


Esta crisis, que ya va en España por su quinto año, ha coincidido también con la irrupción de fenómenos como las Redes Sociales (Facebook y Twitter son del 2006, Youtube del 2005 y Pinterest del 2009) y su extensión ha cambiado la cultura de las sociedades y ha comenzado a marcar un tono más social de las relaciones de las empresas con sus clientes y entre las propias empresas.
En este tiempo marcado por la austeridad en los presupuestos, han surgido pequeñas y medianas empresas para las que la crisis es su elemento, es el aire que respiran desde su nacimiento. Estas compañías han asumido de modo natural la austeridad en su gestión al tiempo que lo digital es su modo de ser. Hacen compatible lo uno con lo otro pues la austeridad exige ser más eficaz, hacer más con menos y lo digital, el uso inteligente de la tecnología y de los nuevos canales, permite hacer más y mejor con menos recursos. 
Si hablamos de comunicación, es un hecho que una parte importante de la inversión publicitaria y de marketing se está moviendo a Internet atraída por ese mundo creciente y por los menores costes de las campañas allí. Al mismo tiempo, la comunicación está cambiando radicalmente en códigos y canales, produciendo a su paso crisis en los modelos que han dominado este sector los últimos 100 años.
Este ecosistema de nuevas empresas nacidas en la crisis y para las que la crisis es como para los peces el agua en el que nadan, no han conocido las etapas de abundancia y despilfarro. No tienen un legacy que mantener ni un modelo de negocio anterior que defender. Son el germen de una renovación empresarial del país, basado en nuevos valores y más conectado con la nueva sociedad que se está formando. La cultura de estas empresas está basada en la  rapidez, prueba-error, cooperación, acción, pragmatismo (se las contrata solo por el valor que aportan y no por la marca pues no han tenido tiempo de tenerla ), estas nuevas empresas ya están transformando sectores enteros como la publicidad , el turismo, etc. 
Los nuevos valores acabarán predominando en la economía a través del cambio sector a sector. Pero si quieres cambiar un sector has de mezclar las nuevas ideas y modos de actuación con profesionales que conocen a fondo esos sectores. Así, comienza a ser habitual ver en estas nuevas empresas la mezcla entre generaciones, entre geeks y profesionales experimentados. Esta hibridación de saberes, de generaciones, es otro valor de esta época y una indicación de la solidez del cambio.
La crisis es una etapa de confusión en la que notamos que algo viejo está decayendo y algo nuevo está por crearse, pero todavía no sabemos qué es. Por eso es una etapa confusa y que impulsa a experimentar. Así las empresas grandes ya empiezan a trabajar directamente con este nuevo ecosistema de pequeñas empresas, cuando hace apenas unos años ni siquiera las hubieran recibido y lo hacen porque saben que ahí está la frescura, la flexibilidad, el coste ajustado y la creatividad. Como demostración de lo anterior solo hay que mirar las paginas web de estas empresas de la crisis y ver sus carteras de clientes y la dimensión de sus proyectos. Son empresas que crecen cuando el promedio de la economía decrece o se estanca. Poseen algo nuevo, alguno de los ingredientes de la futura economía.
Esto está ocurriendo de un modo natural con emprendedores valientes, con la flexibilidad suficiente para cambiar la empresa cada día y que aprenden a cada paso. 
Neo pertenece a esta categoría y cada día se vive con la intensidad de quien explora un nuevo mundo y tiene todos los sentidos activados para no perderse nada. Por eso, porque estamos en un nuevo mundo, es por lo que la publicidad ya no será la misma, ni el marketing, ni las ventas, ni casi nada de lo que aprendimos. Lo que será hay que ir descubriéndolo y construyéndolo ahora cada día y de ese futuro solo podemos decir que será más eficiente en el uso de los recursos, más austero, más hibrido y más digital. Estas nuevas empresas están creando además empleo, es sorprendente ver que en medio de noticias de aumento del paro, en ellas la actividad creciente genera puestos de trabajo. Son como anuncios del futuro que un día será presente y será bueno. 
Bienvenidos al futuro que se está diseñando hoy.

Nota: Este post fue publicado previamente en la web de Neo Labels con los que colaboro como Asesor Estrategico y con un post semanal sobre temas relativos a comunicación y cambios. Fue escrito en colaboración con Alejandro de la Sota

domingo, 16 de junio de 2013

La comunicación en un cambio de Era


Casi todas las instituciones actuales están dando signos de agotamiento. Tantas crisis no son solo económicas sino de inadaptación.
Estamos en un cambio de modelo. Casi todas las instituciones creadas en el modelo industrial en el siglo XIX están dando signos de agotamiento y de ineficacia en esta nueva etapa, en cierto modo empiezan a comportarse más como obstáculos que como impulsores. Casi todos ellos viven una crisis de identidad, desde la educación pasando por las instituciones políticas, la prensa, la sanidad, la organización de las empresas, las relaciones de mercado… Tantas crisis no son solo económicas son sobre todo de inadaptación, de desajuste con las posibilidades que Internet y las nuevas tecnologías han puesto al alcance de los ciudadanos.
Este análisis no es mío sino de un autor de libros de referencia de esta nueva cultura digital, Don Tapscott, autor de Wikinomics (2006). En un articulo reciente enumeró cuales eran los cinco principios que iban a ser claves en la creación del nuevo modelo.  Si tiene razón, nada funcionará bien si no es compatible con ellos, y eso aplica también a la comunicación.
Estos cinco principios son: 
1.La colaboración (Wikipedia y todo el movimiento de software libre y Linux son ejemplo de ello)
2.La apertura y la transparencia. Crece la demanda política y social en este sentido y además la apertura de datos e información pública permitirán actuar a la “inteligencia colectiva” en la solución de los problemas comunes.
3.La interdependencia. Esto es, cada vez más, una sociedad Red (Castells), un mundo red. No podemos oír ninguna noticia del mundo hoy y suponer que no nos va a afectar de algún modo dadas las interconexiones de todo con todo.
4.La integridad. Los casos de corrupción no hacen sino mostrar hasta qué punto es necesario y cómo casi todas las instituciones políticas precisan un rediseño ético
5.Compartir la propiedad intelectual. La etapa para la que fue diseñada esta propiedad ha pasado pues estaba basada más en productos que en servicios que van a ser dominantes en esta etapa.
Al mismo tiempo Tapscott enumera los tres ejes del cambio y uno de ellos es la comunicación global que propicia Internet. No vamos a un mundo de menos comunicación sino de más, pero de otro modo. Descubrir ese modo es nuestra gran tarea de esta etapa. Los otros tres ejes del cambio son las nuevas generaciones, cuya incorporación al trabajo, etc cambiará poco a poco la cultura y organización de las empresas. Otro eje son las revoluciones sociales a través de las redes que ya han mostrado su capacidad de movilizar energía, aunque no de crear estructuras de participación eficaces, todo hay que decirlo, y finalmente los emprendedores, esa fuerza empresarial basada en la innovación y el espíritu de empresa que siempre es el modo más eficaz que conocemos de alcanzar fines económicos y sociales en el caso del emprendimiento social.
Contra la tentación a recrearnos en historias gloriosas del pasado para resistirnos a cambiar yo siempre tengo como antídoto en mente una frase del dirigente indio Nehru que dice : “No se puede cambiar el curso de la historia a base de cambiar los retratos colgados en la pared”.

Nota: Este post fue publicado previamente en la web de Neo Labels con los que colaboro como Asesor Estrategico y con un post semanal en su blog

viernes, 14 de junio de 2013

Las claves de la nueva cultura digital


Economia Exterior nos invitó a participar en su último número monográfico (de primavera 2013) sobre "Sociedad de la Información, novedades" y yo escribí un articulo largo, de fondo sobre "Las claves de la nueva cultura digital" que recoge de un modo detallado los orígenes de muchas de las características que nos parecen tan asombrosas de este nuevo mundo y esta nueva cultura de compartir y del esfuerzo con recompensa diferida y en el que cuanto más das más recibes en forma de seguidores y de su contribución. Basado en gran parte en las ideas del mejor analista de este campo, el español Manuel Castells. Pongo el enlace a ese articulo que es para leer con calma y con tiempo y al tiempo os invito a leer el resto de artículos cuyo conjunto creo que aporta una interesante visión del estado actual de evolución social y tecnológica que llamamos con el ya gastado título de sociedad de la información.


martes, 11 de junio de 2013

Internet en cifras y otros hechos sorprendentes

Cada año Mary Meeker y su equipo de KPCB presentan su esperado informe The State of the Internet con magníficos gráficos pensados para detectar tendencias. Sus 117 transparencias, con datos, muchas del mercado de Estados Unidos, son una lectura muy recomendable para entender los cambios que vienen en Internet.
En un post es imposible revisar la riqueza de esta presentación, pero sí saltar sobre algunas de las afirmaciones más sorprendentes que describen el mercado actual y muestran la pujanza tanto de China como de Estados Unidos; la preponderancia de la imagen en la Red y los resultados actuales de la denominada guerra de los sistemas operativos:
• Cada día se suben más de 500 millones de fotos, más de la mitad de ellas en Facebook.
• Cada minuto se cuelgan a Youtube 100 horas de vídeo (mas de 4 días en vídeo/min).
• Respecto a  publicidad, comparando el tiempo que los usuarios (en EEUU) dedican a cada medio y la inversión publicitaria, se ve que existen desequilibrios. 
- Solo dedican el 6% del tiempo a prensa escrita mientras que la inversión en esos medios es del 23%. 
- En el otro extremo, los usuarios gastan el 12% de su tiempo en el móvil y la inversión en el mismo es solo del 3%. 
- Respecto a  Internet, la situación es más equilibrada, la atención es del 26% y la inversión del 23%. 
- La tv está equilibrada: 42% de atención, 43% de inversión.  
 
• 8 de los 10 sitios más visitados en Internet son de EEUU mientras que el 81% de los visitantes son del resto del mundo.
• El 88% del mercado de sistemas operativos para móviles inteligentes (smartphones) está ya copado por SO (Sistema Operativo) de EEUU (iOS, Android y Windows Phone) mientras que hace 6 años apenas era del 5%. 
• China ya tiene hoy más usuarios de móviles Apple’s iOS y de Google’s Android que EEUU.
• Cuando se pregunta a los CEO de las empresas cuáles son los factores que más influyen en su gestión, la tecnología ya ocupa el puesto número dos (pasó del 6º en 2004 al 3º en 2006 y de aquí al 2º este año) precedido por los factores del mercado y seguido por los macroeconómicos.
• Mirando todo el universo de dispositivos con sistemas operativos (PC, smartphones, tabletas, etc) el binomio Windows+Intel (Wintel) que de 1998 al 2005 tuvo el 96% del mercado ahora tiene el 35%. Los SO iOS y Android ganaron todo ese terreno con la extensión de los  smartphones.
• Una de cada cuatro personas en el mundo afirma que comparte “todo” o “casi todo” online. Curiosamente, Arabia Saudí, India e Indonesia están a la cabeza con más de dos de cada cuatro.
• El tráfico de Internet por móvil no para de crecer como porcentaje de todo el tráfico de Internet. Se multiplica por 1,5 cada año, siendo ahora ya del 15% del total. 
• Este año, en China, el tráfico por móvil superó por primera vez al de PC.
• En compras, en grupo como Groupon, el 45% de las transacciones se realizan vía móvil.
• Los usuarios de smartphone consultan la pantalla del terminal alrededor de 150 veces al día. 
Hay muchas otras microtendencias entre esas 117 transparencias , pero la conclusión más general que podría sacarse de su lectura es que este mundo digital cambia cada día. Que lo que asumimos como válido ha de contrastarse cada día con datos o estaremos hablando del pasado antes de lo que imaginamos. Esto recuerda a esos párrafos escritos por  Lewis Carroll en su obra:  A través del espejo y lo que Alicia encontró al otro lado.
“Bueno, lo que es en mi país -dijo Alicia, jadeando aún bastante- cuando se corre tan rápido como lo hemos estado haciendo y durante algún tiempo, se suele llegar a alguna otra parte.
-¡Un país bastante lento! -replicó la Reina-. Lo que es aquí, hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido”.

Nota: Este post lo publiqué previamente en la página de Neo Labels con la que colaboro como Asesor Estratégico y en cuyo blog colaboro con un post semanal